viernes, 16 de abril de 2010

RESEÑA BASADA EN TESTIMONIO


Jonathan Ortiz, nacido en la ciudad de Cali, Colombia, estudiante de diseño grafico de la universidad autónoma, nacido el 14 de noviembre de 1989, habla con gran emoción sobre la profunda pasión que tiene sobre los carros y la velocidad que puede alcanzar con este. A pesar de que no está de acuerdo con los piques ilegales el afirma que más que un simple hobby es una gran pasión que se lleva en la sangre y en el corazón, y que debido a que no hay un autódromo o un lugar con condiciones adecuadas para llevar a cabo este deporte no queda más que salir a las calles más solitarias de la ciudad a tomar un poco de adrenalina y practicar su mayor pasión, las carreras. Deja claro que al practicar este deporte lo hace con toda la responsabilidad posible, sin atentar con la vida de nadie y sin poner en peligro a alguien.

Jonathan siempre expone que “deberían hacer un autódromo en Cali así como en Bogotá” pues al tener un lugar con las condiciones adecuadas este deporte seria practicado sana y responsablemente y sin violar ninguna ley. El contaba que anteriormente se practicaba en las instalaciones de cavasa, pero también decía que a pesar de que este era un lugar que se prestaba para la práctica de este deporte no contaba con las condiciones adecuadas para practicarlo de la manera correcta, pues las pistas no eran las mejores y no contaban con la seguridad suficiente para llevarlo a cabo. Después de dejar de practicar en cavasa, el junto con otro grupo de aficionados se reunían en distintas partes de la ciudad, para hablar con otras personas e intercambiar experiencias y compartir un poco de lo que tenía en común, la pasión por los carros.
Además de correr, también le gusta tunear su carro, un Mazda 3 que poco a poco ha tenido transformaciones, llevándolo a tener un mejor desempeño y a lucir como a él le gusta. Aunque este carro pueda correr más de lo que puede correr un Mazda normal, el es consciente de que no puede exceder ciertos límites y sabe que puede poner en peligro a mucha gente si no maneja de manera responsable, por eso insiste en que haya un lugar en donde puedan desarrollar su pasión, ya que es un deporte a motor que tomado con las medidas adecuadas puede ser practicado como cualquier otro deporte.
Las personas que practican este deporte lo practican con la misma o incluso con mayor pasión que la que puede tener un futbolista o un jugador de básquet, pero como todo deporte, este debe tener reglas y debe tener las instalaciones adecuadas para una práctica sana, adecuada, divertida y responsable. Por este motivo apoyo la opinión de este practicante, pues es una forma de distraerse y de llevar un pasión a cabo.

RESEÑA DE LA PELICULA: RÁPIDO Y FURIOSO.


Título original: The fast and furious
Director: Rob Cohen
País de origen: Estado Unidos.
Año: 2003

Rob Cohen, director de cine, nacido en Cornwall, Nueva York, el 12 de marzo de 1949, es además de director, productor y guionista estadounidense. Es más que todo reconocido por sus cuatro películas relacionadas con los autos y la velocidad: The Fast and Furious (rápido y furioso en español). En esta exitosa película Cohen muestra el apasionante mundo de los piques ilegales y todo lo que este puede esconder detrás de tantas emociones y cosas que pueden suceden.

En la película, Cohen da una muestra de lo que hay detrás de cada carrera, no solo los carros y la velocidad son el centro de atención, también el dinero corre una carrera muy importante, pues las apuestas son grandes y muy competitivas. De igual manera vemos una gran presión que va desde la adrenalina que deja cada segundo de velocidad, hasta la tensión sexual y velocidad salvaje y fuera de control a la que cada competidor se expone, y que se encuentran en este tipo de eventos callejeros.
El gran peligro que muestra este reto, es otro punto importante que toca Cohen en la pelicula, debido a la gran cantidad de espectadores que se exponen a caer en manos de la policía, que constantemente hacen grandes esfuerzos por acabar este tipo de encuentros en donde el licor y la droga hace aun más peligroso esta disciplina, llevándolos a desafiar la ley y aun peor la muerte.
Otra de las disciplinas que muestra la película es el tuning de carros, en donde vemos varios autos que han sido transformados para lucir una mejor presentación y llamar mucho más la atención, pues también hay una competencia por tener el mejor y más veloz de los carros. Lo que muchos no saben es que estas modificaciones salen de dineros ilícitos producidos por la mafia, ya que esta es una forma en que pueden gastar su dinero y disfrutar de las emociones tan fuertes que se manejan y de exaltar el ego de aquellos que compiten en estas carreas.
Con esta película nos podemos dar cuenta de los tantos riegos que trae este deporte si se toma de manera alocada e irresponsable. Esta película tiene un excelente enfoque para todos los aficionados y amantes de estas carreras. No solo muestra una pista y un grupo de espectadores, sino que nos lleva a más allá de todo lo que se ve superficialmente. Podemos ver los temperamentos de cada competidor y muchas de las cosas que hacen estas personas para seguir en esto. Manejando mucho dinero, amenazas, peligros y sobre todo arriesgando la vida. Desde mi punto de vista, este deporte tiene varios peligros que podrían solucionarse con un sentido de responsabilidad más grande y un equipamiento de seguridad que lo lleve a una sana competencia.